Texto: Ronak Kotecha
¿Es un centro comercial? ¿Una sala de cine? ¿Quizás incluso un spa o un centro de salud? Estas son las preguntas que seguramente le vendrán a la mente cuando ves un aeropuerto moderno por primera vez.
“Los aeropuertos son la primera y la última impresión de cualquier país”, declara Bjørn Olav Susæg, arquitecto del Aeropuerto Internacional de Oslo, uno de los aeropuertos más transitados de Europa, que ha experimentado un crecimiento constante del tráfico de pasajeros a lo largo de los años. Casi 26 millones de pasajeros viajaron a través del aeropuerto en 2016, y una expansión en curso verá aumentar la capacidad para manejar 28 millones de pasajeros en la fase 1 y 35 millones en la fase 2.
Esta expansión masiva es natural considerando el ritmo al que está creciendo la industria de la aviación. La prevalencia de las aerolíneas de bajo costo ha hecho que un número cada vez mayor de personas surca los cielos, y el viajero de hoy a menudo termina pasando más tiempo en el aeropuerto que en el avión en sí. En tal escenario, es crucial mantener a los pasajeros cómodos, ocupados y seguros, todos factores que son consideraciones importantes en la expansión del aeropuerto de Oslo.
Mejorar el flujo de personas en el aeropuerto
La expansión no fue una tarea fácil y requirió la colaboración de todas las partes interesadas involucradas en el proyecto. Una de las tareas principales fue encontrar formas de ayudar a las personas a viajar de manera segura y cómoda, desde el momento en que ingresaron al aeropuerto hasta el momento en que despegaron y viceversa.
Una tarea particularmente desafiante, considerando que el aeropuerto de Oslo es uno de los centros de transporte más ambiciosos de Europa. Pero como participamos activamente en el proyecto desde el principio, estábamos preparados para el desafío. Rápidamente se reunió un equipo de primera con expertos de diferentes departamentos en todas las geografías para generar ideas radicales para la modernización del aeropuerto.
En cualquier aeropuerto, la eficiencia de las operaciones y la seguridad están en lo más alto de la lista de prioridades y el aeropuerto de Oslo no fue una excepción.
“Con respecto a la infraestructura, el proyecto del aeropuerto de Oslo tenía los requisitos más estrictos en cuanto a eficiencia ambiental y espacial”, recuerda Tor Engen, gerente de proyectos de KONE Noruega.
Instalación de soluciones que ahorran espacio
Por ejemplo, todos los elevadores, incluidos los grandes elevadores de mercancías del aeropuerto, tuvieron que construirse sin cuartos de máquinas. Esta fue una valiosa medida de ahorro de espacio, que manejamos fácilmente con nuestra gama de elevadores TranSys ™ y MonoSpace ™, diseñados para funcionar sin cuartos de máquinas.
Esto estaba en sintonía con la visión del arquitecto, que era tener claridad, comodidad y espacios abiertos y flexibles. “Al igual que un plan maestro de ciudad, trabajamos mucho con criterios dimensionales y tratamos de mantener las distancias al mínimo”, revela Susæg, y agrega que los edificios compactos son más sostenibles y más fáciles de navegar.
La idea era construir algo pequeño pero suficiente, es un rasgo que se muestra generosamente en el aeropuerto de Oslo, que es casi la mitad del tamaño de otros aeropuertos, pero que maneja el mismo volumen de tráfico. "Más grande no siempre es mejor", bromea con naturalidad, y agrega que los pasajeros deben sentirse seguros y no aislados en un espacio enorme.
Y para ayudar a esta visión vino una amplia variedad de soluciones para el flujo de personas que incluyen elevadores, escaleras eléctricas, una pasillos automática y más, todas estratégicamente ubicadas y fáciles de usar.
“Nuestras soluciones no sólo cumplieron con todas las demandas desde una perspectiva de especificaciones y diseño, sino que también cumplieron con todos los requisitos de seguridad, mantenimiento y regulación. Contamos con las más altas certificaciones de proyectos, incluidas las de BREEAM, que es uno de los métodos de evaluación medioambiental más importantes del mundo ”, declara Engen. “Desde el principio, nuestro enfoque fue encontrar soluciones sostenibles para el futuro”, agrega.
Manteniendo las cosas ecológicas
Desde el punto de vista medioambiental, el aeropuerto de Oslo ha logrado grandes avances para mantener bajos los niveles de energía. Entre las muchas innovaciones revolucionarias utilizadas en el aeropuerto, añade Susæg, se encuentra un "depósito de nieve" para mantenerlo fresco.
“Se utilizan para mantener bajas temperaturas y traer aire fresco, reduciendo así el uso de energía. Además, para reducir la huella de CO2, se han añadido cenizas al hormigón y la madera para revestir el techo ”, explica.
Nosotros también utilizamos tecnología innovadora para maximizar la eficiencia energética. Tecnología como la impulsión regenerativa que convierte el exceso de energía de un elevador en electricidad, que luego se puede reutilizar en otra parte del edificio. A diferencia de los accionamientos convencionales, que convierten la energía en calor que deben eliminar los sistemas de aire acondicionado.
Además de estas, otras mejoras que hicimos incluyeron el uso de luces LED en elevadores que reducen el consumo de energía hasta en un 80% frente a las luces halógenas y duran 10 veces más. Es más, hasta el 90% del contenido de material de nuestros elevadores consiste en metales que pueden reciclarse al final del ciclo de vida del producto.
Pero todo esto es sólo el comienzo. A medida que el aeropuerto de Oslo se prepara para expandirse aún más, es hora de abrocharse los cinturones de seguridad para viajar hacia un futuro de jet-set.