1. Ir con seguridad (sabiendo qué hacer y qué no hacer)
Las escaleras eléctricas son tan seguras como las personas que las utilizan, por lo que un viaje tranquilo comienza por seguir los consejos de seguridad: Mirar hacia delante, agarrarse del pasamanos y bajarse rápidamente al final del trayecto. Si te desplazas con una carriola, un carrito del súper o artículos pesados, es mejor tomas el elevador. Y algo súper importante, no olvides atarte las agujetas de tus zapatos.
Sin embargo, hay diferentes opiniones sobre: ¿Debes caminar o quedarte quieto? La respuesta es sencilla: quédate quieto. Puedes aprovechar la oportunidad para poner en práctica la paciencia y prestar atención. Además, contribuirás a que la gente fluya mejor. Está comprobado y demostrado que estar de pie (en ambos lados de la escalera eléctricas) reduce la congestión y aumenta la capacidad de las escaleras.
2. Sujetarse del pasamanos sin miedo
Tras la pandemia, muchos de nosotros nos hemos obsesionado con la limpieza, cuando no éramos germofóbicos. La inseguridad por la contaminación es comprensible, pero optar por no agarrarse a la barandilla supone un riesgo diferente: una lesión por perder el equilibrio.
Se puede, por supuesto, usar guantes. Pero este problema también se aborda con soluciones innovadoras que utilizan luz ultravioleta para eliminar de manera continua los gérmenes cuando el pasamanos sale del interior de la escalera eléctrica. La seguridad es primero.
3. Fluir adecuadamente
La vida en la ciudad sin un buen diseño de escaleras eléctricas sería como comer sopa con un tenedor: un ejercicio de frustración. Esta gran máquina permite que los flujo masivos de personas se desplacen de manera intuitiva por centros comerciales, oficinas, estaciones de metro y otros grandes espacios públicos.
Pero los desplazamientos sin cuellos de botella no son casuales. Crear un buen flujo de personas implica un estudio, un análisis y una planificación cuidadosa. A través del análisis de datos y la simulación integral, empresas expertas dentro del sector ayudan a garantizar un buen rendimiento del edificio que permite una experiencia de usuario excelente.
4. Desplazarse sin interrupciones 24/7
Las escaleras eléctricas son los héroes olvidados del transporte urbano. Como muchas otras comodidades cotidianas, apenas nos damos cuenta de su eficacia, hasta que dejan de funcionar. Las pocas veces que nos paramos a pensar en nuestros amigos esenciales es cuando nos enfrentamos a un cartel de "fuera de servicio".
El mantenimiento predictivo forma parte de la magia tras bambalinas que mantiene la vida en la ciudad sin interrupciones. Con el mantenimiento predictivo basado en la IA, las incidencias pueden evitarse antes de que se produzcan.
5. Tomar un descanso agarable
¿Alguna vez te has sorprendido a ti mismo tomando un descanso una vez que se ha subido a una escalera eléctrica con seguridad, después de recorrer a toda prisa un centro comercial o un aeropuerto?
Cuando uno se siente seguro, un viaje en las escaleras eléctricas ofrece un agradable descanso, sobre todo cuando el viaje se ve reforzado por elementos como una iluminación inspiradora, un diseño llamativo y, tal vez, unas vistas interesantes. Un viaje de dos minutos puede ser incluso una grata experiencia que querrás repetir una y otra vez. Siempre que no te olvides de sujetarse del pasamanos.
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